Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron viajar, trabajar y conocer el mundo. Así, se fueron los tres con su burro.
Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba:
“Mira ese chico mal educado;
él arriba del burro y los pobres padres, ya grandes,
llevándolo de las riendas”
Entonces, la mujer le dijo a su esposo:
“No permitamos que la gente hable mal del niño.”
El esposo lo bajó y se subió él.
Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba:
“Mira qué sinvergüenza ese tipo; deja que la criatura y
la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima”.
Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro,
mientras padre e hijo tiraban de las riendas.
Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba:
“Pobre Hombre…. Después de trabajar todo el día,
debe llevar a la mujer sobre el burro!
y pobre hijo ¡qué le espera con esa madre!”
Se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tres
al burro para comenzar nuevamente su peregrinaje.
Al llegar al pueblo siguiente,
escucharon que los pobladores decían:
“Son unas bestias, más bestias que el burro que los lleva,
van a partirle la columna!”
Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro.
Pero al pasar por el pueblo siguiente no
podían creer lo que las voces decían sonrientes:
“Mira a esos tres idiotas:
caminan, cuando tienen un burro que podría llevarlos”
Conclusión …
Siempre te criticarán, hablarán mal de ti y
será difícil que encuentres alguien a quien le conformen tus actitudes.
1 comentarios:
Jejeje pero que burra es la gente. Mejor no hacer caso a nadie. Uno tiene que tener claro lo quiere.
besos y buen finde
Publicar un comentario